Proyectos y obras en el complejo camino hacia la reactivación
Por Inés Álvarez
INFORME ESPECIAL ESCENARIOS 2021 Los desarrolladores coinciden en que la baja en el costo de construcción medido en dólares es un aliciente para emprender. Sin embargo, la incertidumbre por la macroeconomía y la pandemia persiste y obliga a ser cuidadosos. Por esta razón todavía predominan las decisiones de consumo por encima de las de inversión.
El 2020 representó, para la mayoría de los desarrolladores, largos meses de mucha angustia. De clientes que no podían pagar cuotas y de obras frenadas. No obstante, el ánimo comenzó a cambiar hace unos 30 días, según entiende el arquitecto Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU).
Esto ocurrió, explica, a partir de algunas señales positivas que podrían augurar un rebote para 2021. `La primera es el abaratamiento del costo de construcción medido en dólares. En algunos segmentos esto ya es un incentivo, pero no tanto en emprendimientos, donde todavía es embrionario. Así se percibe en los indicadores de venta de materiales de construcción porque, por ejemplo, se vende más el cemento en bolsa que a granel. Es decir, que lo que sí se está viendo es una reacción más individual para hacer refacciones, ampliaciones o hasta una casa propia. Pero estas son más decisiones de consumo que de inversión`, analiza Tabakman.
`Otra señal es el tratamiento privilegiado que le da el Gobierno al sector, al que considera principal motor de la reactivación económica. Nos escucharon sobre la necesidad de exenciones impositivas, y ya existe un proyecto para un blanqueo orientado exclusivamente a la construcción privada en pozo que se está evaluando en el Congreso. Además, se trabaja en medidas para la vuelta del crédito hipotecario, aunque antes hay que resolver la inflación`. Por otra parte, `el Gobierno provincial lanzó un plan muy agresivo para regularizar la situación de algunos barrios cerrados`.
De todas maneras, el desarrollador sostiene que son elementos que permiten ser `prudentemente optimistas`, dado que también dependen de la evolución de la pandemia y de la macroeconomía.
En tanto, Hernán Nucifora, CEO de Global Investments, vaticina un 2021 en el que `se va a seguir aprovechando la baja en el valor del metro cuadrado` pero teniendo en cuenta que `los protocolos Covid y la falta de insumos hacen que algunas cosas se estén pagando a tipo de cambio blue y no a tipo de cambio oficial`. Además, el desarrollo más lento de la obra la expone a los efectos negativos del proceso inflacionario.
A esto se refiere Fernando Romay, socio y CFO de la firma que lleva su apellido: `Estamos viendo la foto producto de la cuarentena más la recesión económica. La película termina siempre igual, con los costos de la construcción alcanzando la media de sus precios históricos medidos en moneda constante`.
Los testimonios apuntan a que este momento ofrece una buena oportunidad para invertir, antes de que la inflación empuje los precios hacia arriba. Daniel Cohen Imach, titular de Step Developments, da un ejemplo: `A nuestro proyecto más reciente, Step Thames, un emprendimiento triple frente en Villa Crespo, lo presupuestamos en enero de este año a 1.800 US$/m2. Hoy, se encuentra en valores de 1.500 US$/ m2`.
Más allá del costo de construcción, que puede considerarse temporaria, existen otros indicadores que alientan a la inversión. Así lo cree Diego Lo Nigro, gerente de TGR Group: `Si bien la demanda es tímida, la oferta todavía está desordenada y es poco homogénea respecto de los precios y lo que se ofrece. Si el desarrollador sabe leer los indicios puede captar una demanda que todavía no se encuentra con propiedades en estado de ser compradas. Hay que ser cauteloso a la hora de construir.