Nuevo concepto en edificación y refacción de las viviendas: en busca de espacios flexibles y muy luminosos
Por José Luis Cieri
La pandemia y el diseño moderno influyeron en el cambio del diseño. Se derriban paredes para unir ambientes. El que construye con ese criterio cotiza mejor sus unidades.
En el mundo edilicio se habla que nació por la necesidad de los profesionales de aprovechar los metros cuadrados al máximo.
El covid-19 hizo que ganara protagonismo el concepto abierto (open plan) en el diseño del hogar, tanto en desarrolladores como en el público que se abocó a refaccionar su vivienda, en busca de ampliar espacios para integrar mejor los ambientes como nunca antes había sucedido en el ámbito edilicio.
Valeria del Puerto, CEO del estudio Del Puerto-Sardin Arquitectos, dijo a Infobae: “El concepto abierto en el diseño de la vivienda apunta a unificar los lugares. No se trata de un esquema arquitectónico nuevo, recordemos por ejemplo la Casa Schroeder, en Utrecht, que en 1924 ya lo planteaba con posibilidades de subdividirse con paneles y así responder a las distintas necesidades”.
En el mundo edilicio se habla que nació por la necesidad de los profesionales de aprovechar los metros cuadrados al máximo, con el fin de brindar a las familias la mejor comodidad posible dentro de sus hogares. Esa tendencia se afianzó desde la pandemia, porque muchos que viven en lugares pequeños comenzaron a usarlo también como espacio de su ambiente de trabajo.
Muchos que viven en lugares pequeños comenzaron a usarlo también como espacio de su ambiente de trabajo
“El concepto abierto aporta flexibilidad de usos y adaptabilidad a través del tiempo, la casa se acomoda a sus habitantes y sus maneras de vivir. La eliminación de tabiques y paredes genera un espacio diáfano, más amplio, sin límites físicos y visuales. Los sectores pequeños y compartimentados, los pasillos y circulaciones muchas veces inútiles, se transforman en espacios de mayor superficie y fluidez”, explicó Del Puerto.
Las áreas que más suelen modificarse son las cocinas, comedores y living. Por lo general, se integran para darle una continuación al espacio (apenas separadas por una isla o un desayunador) y volverlo más luminoso. En este caso, se considera muy importante la orientación de la propiedad, si se quiere aprovechar el balcón o la terraza, conviene que mire al noroeste. Un departamento que da al sur debe estar mejor calefaccionado. Lo ideal es darle la espalda a ese punto cardinal.
Solange Esseiva, dueña de la inmobiliaria H-54, dijo a Infobae: “Al no poder disponer como antes de los sectores comunes por la reducción de los volúmenes, las familias se están replanteando el tener que pagar elevadas expensas por amenities que usan poco y utilizar ese dinero para sumar metros cuadrados al aire libre en la propiedad y así poder disponer de su propia parrilla, juego de jardín, mini gimnasio e incluso hasta pileta si se habla de propiedades con terraza o balcones amplios. Las unidades con estas propuestas son las más buscadas”.
Otras fuentes consultadas por este medio, destacaron que la pandemia enseñó qué importante que la vivienda sea permeable a las brisas, y en lo posible con acceso a los rayos de sol. El vínculo con los espacios exteriores y la naturaleza se valoran de otra manera.
El vínculo con los espacios exteriores y la naturaleza se valoran de otra manera
“Este concepto genera mayor intercambio e interacción entre los habitantes de la casa. El equilibrio entre lo público y lo privado y la interferencia entre las distintas actividades domésticas puede significar una desventaja que deberá minimizarse desde el diseño. Los límites o transiciones entre las distintas funciones pueden materializarse con equipamiento, muebles, colores y materiales, y de esta manera definir zonas de usos diversos”, contó Del Puerto.
Materiales y precios
Según los entrevistados, una buena reforma empieza por conocer al usuario y sus necesidades, anticiparse a los nuevos métodos y tecnologías. Es importante tener en cuenta la flexibilidad, la sustentabilidad, el diseño y los materiales; la ventilación cruzada, los materiales de fácil mantenimiento, la aislación térmica y acústica.
“Las refacciones siempre son valoradas en el mercado, y sobre todo si se tratan de buenas reformas en cuanto a tiempo y costo. De hecho, hay complicaciones para quienes habitan la propiedad cuando conviven en obras. Pero, una vez concluidas, la valorización es muy alta porque genera mejor uso de las áreas remodeladas y mayor adaptabilidad a los cambios”, dijó a Infobae, Darío Gabriel López, de Arquitectonika/López Leyt López Yablon.
Este concepto trabaja con la luminosidad como estandarte, por eso muchos optan por divisiones permeables a la luz como vidrio y hierro en caso de no querer unificar por completo una cocina con un estar. La madera es clave en muebles de cocinas e islas, como también el mármol y granito para las mesadas. En los pisos y terminaciones, el porcelanato es lo más empleado.
”La provisión de hierro ha estado complicada desde la pandemia, la producción disminuyó con la cuarentena y la demanda se acumuló de manera tal que los proveedores tuvieron dificultad para satisfacerla. Varios materiales importados, como pisos, también han sufrido interrupciones en la cadena de provisión. Algunas pinturas, sobre todo para terminaciones de exterior también estuvieron sin fabricación”, dijo Martina González Calderón, del equipo de arquitectura de la desarrolladora Global Investments.
El blanco permite aumentar las dimensiones del hogar, y otorga la sensación de disponer de amplitud de metros dentro de la vivienda, siendo una alternativa que refuerza los trucos para propiedades pequeñas.
El blanco permite aumentar las dimensiones del hogar, y otorga la sensación de disponer de amplitud de metros dentro de la vivienda
“En promedio, una modificación por metro cuadrado varía entre el equivalente a USD 350 y USD 500, atribuyéndose los costos más altos a los espacios de baño y cocina. Durante la pandemia, hubo problemas con las reposiciones, y retrasos, pero los materiales tradicionales están disponibles”, dijo a Infobae, Julia Cabral, arquitecta e interiorista.
Solange Esseiva detalló: “Antes de la pandemia, la valuación del m2 con terraza o patio se calculaba a un tercio del valor de un metro cuadrado cubierto, pero hoy esa proporción trepó al 50% y puede costar más si tiene amenities propios como parrilla, quincho, deck o jacuzzi”.
La unidad de ambientes
Además de generar espacios amplios, con ventilaciones, que permitan el ingreso de luz natural y visuales al exterior, que disminuyan la sensación de encierro, otro de los objetivos, es preparar espacios de trabajo y de descanso, para poder seguir teniendo una rutina que organice a los habitantes del hogar.
Martina González Calderón contó a Infobae: “El covid-19 obligó a la mayoría de los trabajadores a estar más tiempo en su hogar, nuestras casas pasaron a ser todos los espacios que habitamos; la oficina, el cine, el restaurante, el gimnasio. Los adaptamos para poder desarrollar todas las actividades, y el exterior fue uno de los más flexibles. Un departamento bien orientado, que capta la luminosidad, tiene otro valor económico y la luz natural da sensación de hogar y comodidad”.
“Se necesitó disponer de áreas con conectividad para permitir el trabajo online. El desafío de la vivienda fue la de cambiar para favorecer la productividad y la concentración de la familia, sea para estudiar, trabajar, y estar, replicando la relación de ocio y negocio. Un cuarto adoptó, además del uso del descanso, el de puesto de trabajo y sala de zoom. El estar en el comedor, pasó a ser escuela virtual”, destacó Julia Cabral.