Villa Urquiza, el barrio tradicional que convoca a millennials y nuevos restaurantes, sigue al frente de los desarrollos inmobiliarios porteños

Por José Luis Cieri

Villa Urquiza es un punto de la ciudad que se consolidó en los últimos 15 años, con nuevas propuestas edilicias y la proximidad a otras zonas de mucho crecimiento. Su cercanía con la Avenida General Paz, los accesos y la llegada del subte D, le aportan un interés que seduce tanto a quienes desean invertir para el desarrollo como a los propietarios que privilegian un lugar en donde se mantienen las costumbres bien porteñas.

La llegada del subte B y D, en 2013, le cambió la fisonomía al lugar. Por otro lado, recibió el derrame de otros puntos limítrofes como Belgrano, Palermo y Núñez. La presencia y la posibilidad de utilizar el ferrocarril Mitre le aportan otro ingrediente para quienes deben ir y volver hasta la zona desde sus lugares de trabajo.

Para el arquitecto Agustín Walger, director de Lepore Propiedades, “otro motivo por el cual sigue siendo un lugar muy demandado es porque existe una oferta de lotes con valores accesibles para que se apueste por la construcción de nuevos proyectos. En cuanto al perfil de quienes se interesan por Villa Urquiza, notamos que son los jóvenes los que lideran la demanda, parejas y familias con niños. Normalmente apuntan a departamentos desde 1 a 3 ambientes de superficie compacta para que los valores no se disparen. Por lo general son desarrollos que cuentan con amenities de bajo costo como Salón de Usos Múltiples (SUM), terraza/solárium, sector parrillas, espacios coworking, entre otras áreas”.

Dentro del volumen de crecimiento, los nuevos emprendimientos se fueron propagando en la parte residencial delimitada por las avenidas Triunvirato, Monroe, Andonaegui y Echeverría, Olazábal como el Boulevard Mendoza. A la vez, estas arterias se constituyeron como las más codiciadas por los compradores.

Otra voz autorizada del barrio es Carlos J. Puente, titular de Puente Inmobiliaria, empresa que opera en la zona desde hace 43 años, comentó: “si tenemos que encontrar el vector que defina el impacto constructivo en Villa Urquiza, el cual colocó al lugar en el trípode de los focos más consolidados en obras nuevas no cabe duda alguna de que fue la llegada del subte de la línea B en toda la extensión de la Avenida Triunvirato, haciendo cabecera en la esquina de Monroe”.

Villa Urquiza al momento que empezó su desarrollo estaba subconstruido con zonas de alta densidad que no estaban explotadas, terrenos grandes, bastante profundos y lotes con medidas de ancho mayores al promedio que es de 8.66 mts (Mel)

Juan Ignacio Mel, gerente comercial de Mel Propiedades, dijo: “Villa Urquiza al momento que empezó su desarrollo estaba subconstruido con zonas de alta densidad que no estaban explotadas, terrenos grandes, bastante profundos y lotes con medidas de ancho mayores al promedio que es de 8,66 metros. En ese momento, las incidencias a pesar de que estaban muy cerca de Belgrano, aun teniendo tren, eran bajas. Ahora a medida que se fue desarrollando y creció el barrio, subieron los registros”.

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